¿En dónde habrá de acunar nuevamente mi agonía,
Ahora, que el lecho de mis insomnios no te nombra?
¿Qué nombre le daré al viento, cuando por ti pregunte,
Si las cuerdas de tu voz, si tu aliento no le tocan?
¿En qué puerto encallarán todas mis ansias vencidas,
Hoy, que en tu mar bravío, ya ninguna desemboca?
¿Cómo renacerá el manantial que secó el olvido,
En que fluía, convulso, un caudal de lágrimas rojas?
¿Qué flores germinarán en mis pobres celosías,
Si el rocío de tus labios ya no alimenta las rosas?
¿Quién abrirá la mañana, si las aves ya no cantan
El aria de amor eterno que nacía de tu boca?
¿Y quién hará temblar, al tacto, nuestros cimientos
Si en nuestro vientre ya no aletean las mariposas?
Si tus ojos de hechicero no se posan en los míos,
Si en tu perfume de ámbar ya no despierta la aurora
Y me bebo, a bocajarro, esta soledad de ti
Como pócima maldita, servida en amarga copa;
Y el frío cala mis miedos, hasta el fondo del alma
Sin tus besos que me abrazan, sin tus brazos que me arropan
Te estoy perdiendo de nuevo… Sí, ¡Vuelvo a perderte!
Y quiero cerrar los ojos a esta verdad que me ahoga;
Porque te desvaneces de la piel de mis recuerdos,
Porque no palpitas ya en el corazón de mis congojas
Y porque siento naufragar este amor que nos unía,
Como se hunde el navío, al chocar contra la roca;
Como un barco que navega lentamente hacia el abismo,
Con el casco malherido, y con las jarcias rotas
Te estoy perdiendo de nuevo; esta vez, para siempre;
Se diluye en el aire, tu fragancia de amapola;
Tan sólo queda el veneno, carcomiéndome las venas;
Y pétalos enmohecidos, bajo nostalgias de esporas
Si hemos de decir adiós, que sea en un beso lento
Que me endulce en los labios, la hiel de un mañana a solas;
Hazme la herida mortal, que me desangre por dentro
Y saca el puñal de mi pecho, sin derramar una gota
Pues mi agonía no duerme ya en tus noches de Luna,
Ni en mi lecho de insomnios se deshojan tus horas;
Y porque un vals de margaritas compone esta despedida
Tejiendo entre mil espinas un pasado que ya se llora
Wow, ¡Gracias por ese comentario tan hermoso! No sé por qué no lo había comentado de vuelta. No sabes lo que me honra cada vez que me lees y que acompañas tus lecturas con esas pinceladas de cariño. Un infinito abrazo, María. Gracias, de corazón 🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷
Eres la escritora que más bonito escribe sobre la nostalgia de todas las que leo. Tienes una delicadeza y una dulzura increíble, y me encarta escucharte recitar, un trocito de l poema, aún le da más magia. Un gran abrazo, y regalanos más cosas tan hermosas como ésta.